sin llegar a los bordes.
Porque son los bordes los que nos liberan,
ya que podemos ver hacia afuera,
y saltar a la otra esfera de verdad.
Es esa gravedad de la inercia que mantiene los cuerpos en comodidad,
como si nuestra vida fuera un péndulo de quietud y verdad absoluta.
En el infinito universo, la gravedad, aún es mayor,
porque no podemos salir de él,
los bordes estan en literal infinito;
salimos para adentrarnos en la intensa flotabilidad de la mente.
En el universo de las almas,
la vida es el borde, y en la vida la muerte lo es,
pero solo para volver a sentir el péndulo de la inersia entre la vida y la muerte.