domingo, 22 de julio de 2012

en lo alto

Tardaron 30 segundos en abrazarme, pero ninguno en darme esa calma que necesitaba. Aquella noche sufrí como nunca antes lo había hecho ante ese fuego, bajo esa noche.

Las lágrimas derramadas fueron de impotencia, fueron de rabia, fueron de tristeza ... cómo pueden no amarlo como yo lo hice?

Ya lo entenderán y tu volverás a ese lugar donde te corresponde, en lo alto ... más allá de las nubes, junto a las estrellas.

No se preocupen hermanas gaviotas, que ese tótem siempre estará en lo alto

1 comentario:

.Macarena Serrano dijo...

un día lo hicimos volar, podemos hacerlo de nuevo...