A veces creo que un hombre que sabe bailar puede acompañar toda la noche estrellada e iluminada por la luna. A veces pienso que un hombre que sabe caminar puede acompañar por todas las carreteras y a todos los lugares del mundo. A veces pienso que un hombre que sabe conversar puede acompañarte todos los días bajo la sombra de un árbol. A veces pienso que un hombre que sabe estar, puede estar siempre.
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