martes, 20 de mayo de 2014

Viaje a la felicidad

Y mientras mirabamos ese paisaje que amamos y odiamos a la vez, no pude evitar sentirme en paz. Y así caí en tus brazos, esos que siempre me abrazan para decirme cuanto me quieren, esos que me cuidan y me contienen. 

Sí, en esos mismo brazos, con ese mismo paisaje.

Y yo ahí amándote y entendiendo que me amas, aceptando que estamos donde queremos estar, y fue justo ahí donde comenzó ese viaje, ese loco viaje hacia donde no conocía, a esa inmensa quebrada en la que nunca había estado, en donde no hubiera dudado jamás en saltar de tu mano.



Y mientras caíamos yo solo podía reírme y llorar y luego seguir riéndome. Porque fue ahí donde descubrí que es llorar de la risa, que es llorar de felicidad.

En ese momento me sentí más feliz que en toda mi vida, las lagrimas caían y la risa era incontenible. Solo podía pensar en que te amaba y solo podía seguir riendo y llorando y riendo.

Y hoy puedo decir que la felicidad se parece tanto a la pena, es una linea tan fina la que las separa. Y como nunca, pude entender que todas las emociones son buenas, solo que son diferentes.

Y seguimos nuestro viaje hasta la cumbre, de la mano, porque de otra forma imposible.

<3 font="">

No hay comentarios: