Te paras frente a ella y suspiras - sabes que comienza un gran viaje -
La miras, cierras los ojos y dejas correr tu energía conectando todos los puntos de cuerpo: comienzas a subir.
Y la subida se siente en las piernas, ya necesitas tomar un poco de agua.
A veces la montaña nos hace dudar, si seguimos subiendo o nos detenemos, y ahí miras la cima, quieres tanto alcanzarla, esta tan cerca, ¿cómo será la vista desde allá arriba?
- continuas subiendo -
Piernas adoloridas, corazón agitado, piel ardiendo, pero tu sonrisa aparece con cada paso.
Quieres rendirte, queda tan poco.
Continuas subiendo, lentamente, paso a paso - sin dudas pero con cansancio.
Sin darte cuenta queda muy poco para llegar y es ahora cuando el cansancio realmente se siente. Ya has subido por horas, las piernas te piden descansar, el agua se esta acabando - solo falta 30 min -
Y sigues subiendo, porque te parece tan desafiante que no puedes ignorarla.
Ya en la cima, sabes exactamente porque decidiste subir.
Gracias al viejo sabio que te acompañó durante todo el camino.
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