Y si la vida no nos hubiera sentado sobre la misma mesa,
aún recorrería las calles buscando tus ojos dulces.
Amo cada peldaño de esta escalera,
y aunque ya duelen las piernas
me gustaría que fuese infinita.
Te miro desde el mirador más alto,
esperando a que me encuentres ... otra vez
No hay comentarios:
Publicar un comentario