"Las letras del alfabeto, las igual que las Ideas (Eidos) de Platón, no existen en el mundo de la visión ordinaria. Las letras, así como las palabras escritas que constituyen, no están sujetas al flujo del crecimiento y el deterioro, ni a las perturbaciones y los cambios cíclicos comunes a las demás cosas visibles. Parecen morar, por así decir, en otra dimensión extrañamente atemporal. Es más, las letras difieren y disimulan su común visibilidad, disolviéndose en sonido mientras las miramos, cambiando nuestros ojos por nuestros oídos, de modo que en lugar de ver, nos parece estar escuchando. La escritura alfabética desvía nuestra atención de su aspecto visible, desvaneciéndose afectivamente tras la corriente de habla humana que provoca"
No hay comentarios:
Publicar un comentario