Yo tiro y tiro esa cuerda, siento la tensión - no me deja ganar- pero no hay nadie tirando al otro lado, no hay fuerza encontra, solo mi mente que tira contra mi misma. Y ahí apareces tú, dando vuelta el panorama, mostrandome lo siemple de la vida, eso que había dejado olvidado en la caja de zapato donde guardo esos hermosos recuerdos; pero sólo eso era, solo un recuerdo.
Palabras que cambian lo que siento, que me hacen mirar hacia abajo y no temer a ese enorme barranco, tú confiaste en mi, sabías que no te dejaria caer, sabías que me hubiera tirado antes para que no recibieras ningun rasguño. Lo hubiera echo feliz, y sin lágrimas. Y luego me miraste y me dijiste solo lo que esperaba oir de ti, a tu espiritu volar, a tus ojos brillar y tu corazón puro reflejandose en aquella noche.
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