Por eso se me quebraba la voz,
por eso cada vez era más difícil hablarles,
por eso no quería que esas canciones terminaran.
Vi como caían sus lágrimas, vi como sentían lo mismo que yo ... vi como cada vez eramos hermanos.
Por eso no creo que haya sido casualidad que nuestros caminos se cruzaran en la mitad, de esta carretera que la mayoría de las veces da soledad.
Pero ahí es donde esta hermandad es enorme, donde esta hermandad es fuerte - por estos momentos, por estas vivencias, por esos recuerdos.
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