Son como aquellas mañanas en las que puedes precisar como continuará tu vida ... si sigues haciendo las cosas igual que hoy. Son aquellas mañanas en las que no te molesta como eres, ni te molestaría ser diferente. A veces quieres, a veces no.
Es todo bastante simple pero de aquello no siempre sacas cosas buenas (ni malas), pero son pequeños síntomas de enfermedades benignas. Aquellas que están, que por definición no son muy bienvenidas, pero que no te hacen ni bien ni mal y aún así decides que no deberían estar en tu cuerpo y al fin y al cabo decides que deben irse.
Pero a veces estamos equivocados, a veces somos como insectos que creemos que sabemos que hacer, pero por el contrario son imprescindibles o por el contrario perjudiciales para el medio, pero ¿como saberlo?
Solo lo aceptamos o a veces nos resignamos a que naturalmente todo vuelva al equilibrio constante del no saber y no poder controlar la vida.
¿y lo natural no puede tardar mucho ? ¿cuánto tiempo podemos sobrevivir en desequilibrio?
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