Escuchar el sonido del opturador, una y otra vez. Buscar el ángulo perfecto, lo que cada ojo quiere captar. Reencontrarse con los colores, conocer nuevos y perfeccionar los antiguos. Mirar el cielo, mirar el suelo y encontrar el complemento plasmado en una sola imagen; en un solo instante.
¿Cómo plasmar como el viento roza tu cara acariciandote las mejillas?, es imposible. No lo busco porque no lo encontraré, pero si busco poder plasmar como al viento le gusta jugar.
-Los momentos se van, las imagenes quedan- es por eso que los ojos son maravillosos, contemplar es sublime y admirar es inimaginable.
Abre tus ojos.
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