El pulso del firmamento

¿Cómo quieren que haga esto? Si tú cielo querido eres infinito, incontable, inatrapable. Eterno y sugerente. Tú no paras, ni dejas de moverte (...) ni siquiera te vas.

Eres veloz y calmo a la vez, rebelde sin causa; pero tu si sabes vivir el día a día. Eres urgente pero cotidiano. Eres indomable, sólo pasas (...) sin ninguna queja, pero con tantas lecciones.

Inmenso, concreto, vulnerable e indeciso. Perfecto y completo, pero simple. Compañero infranqueable eres verdadero y natural. Tan intelectual y comprometido, abundante en presencia y sentencia; pero nunca mal intencionado. Original y protector, totalmente auténtico. Poeta de palabras indomables. De espíritu libre y travieso. 

Amigo, compañero y confidente tan calmo, pero tan acelerado en tu paso y belleza. Tan misterioso y perfecto; de un colorido que destiñe.